MI BLOG DE COCINA

viernes, 19 de febrero de 2016

LOS CANIBALES Y LA CARNE DE CERDO

Hola:

La idea de este post me viene de una noticia aparecida hoy en el diario “El Correo” sobre Armin Meiwes, apodado “El Canibal de Rotemburgo” quién, en 2001, se comió a su compatriota (alemán, también por más señas) Bernd-Jürgen Brandes, que se había ofrecido voluntario a este macabro banquete.

Por lo visto, el tal Meiwes, declaró en una entrevista, a principios de Febrero, que la carne humana sabía “a cerdo, aunque un poco más ácida y fuerte”.  También declaro que, según sus datos (y él lo sabrá mejor que nadie) había del orden de unos 800 caníbales en Alemania.

Esta noticia me provoca varias reflexiones que quiero compartir con vosotros:

-     De las perversiones, y mira que los humanos tenemos una lista bastante extensa, la que más me repugna es el canibalismo.  Ya se que era una costumbre bastante común entre los pueblos primitivos pero….. ¡yo pensaba que habíamos evolucionado un poquito más que todo eso!.

-    La segunda, tal vez más seria, es el número de qué tipos que están dispuestos a comerse a un semejante en Alemania.  No sé si alguien sabrá cuantos hay en nuestro país pero teniendo en cuenta que el pecado nacional es “la gula”…¡miedo me da!.

-     La tercera es que yo, que viajo a Alemania bastante a menudo, no lo voy a hacer ya de la misma manera.  Una vez que lees este tipo de noticias, comienzas a mirar a la gente con otros ojos y, desde luego, si veo a una mujer que me mira fijamente, no voy a poder pensar que es que le atraigo sexualmente sino que me está mirando el culo para comprobar si mi carne puede convertirse en un buen asado o estaría mejor guisada con patatas y sauerkraut.

-     La última, y más inquietante, es de orden gastronómico: ¡Como se nota que los alemanes no saben lo que es un buen jamón “pata negra” de 5J!

En fin, que el género humano nunca deja de asombrarme.

Y os dejo que se me está quemando el asado de hígado de jubilado que me estoy preparando en este momento……

Un abrazo “gastronómico”,

Esteban