MI BLOG DE COCINA

martes, 23 de septiembre de 2014

HISTORIA DE UN GILIPOLLAS

Hola:

La historia que os voy a contar hoy no ha aparecido en ningún titular de prensa aunque, visto lo visto, bien podría haber sido noticia de portada. La he llamado "Historia de un gilipollas" porque realmente, su protagonista, tiene toda la pinta de serlo.......... ¡o de haber nacido 100 años antes de la época actual! ......, ¡No lo se!.

Cuentan los que le conocen, que es un hombre perfectamente normal, de esos que, a primera vista, no destacan en nada.  Viste correctamente, tal vez un poco demasiado clásico y, entre una multitud, nadie le echaría una mirada dos veces seguidas.  Es un hombre que, cuando entra a trabajar por las mañanas, dice "Buenos días" y cuando se va por las tardes se despide con un "Adiós, hasta mañana".

Suele ceder el paso en las puertas, sujetándolas para que el que viene detrás pase primero. Ayuda a las personas mayores que vienen cargadas con la compra. Cuando tropieza con alguien pide "Perdón" (aunque, a veces no sea el culpable) y, cuando le dan el cambio, después de pagar en la frutería siempre dice "Gracias"

Procura no molestar a los vecinos, no habla alto por el teléfono móvil y se para en los pasos de cebra, para dejar pasar a los peatones, cuando va en coche.  Ayuda a los invidentes a cruzar las calles, a pesar de que algunas veces, lo que recibe es un exabrupto maleducado. No tira papeles ni desperdicios al suelo, buscando siempre una papelera donde depositarlos. 

Como podéis imaginar, he intentado documentarme antes de de escribir este post y he buscado de manera denodada referencias bibliográficas pero, al final, me he echado a llorar amargamente porque, desgraciadamente, he descubierto que ésta es una historia de ficción y el personaje al que me he referido no existe.

Un abrazo "triste",

Esteban