MI BLOG DE COCINA

miércoles, 23 de julio de 2014

EL PODER DE LA ERÓTICA

Hola:


¡No! ¡No me he equivocado en el título! Ya sé que la frase correcta es "la erótica del poder", que hace referencia a la atracción que ejerce el poder en las personas.  Lo que pasa es que yo quería transmitir otra cosa totalmente distinta y no he tenido mucha imaginación para hacer el juego de palabras.

El titular de hoy es: "¿Campanas de boda para Hollande?" y como podéis imaginar se refiere al Presidente de la República Francesa.   Por lo visto, el Sr. Hollande está preparando su boda con la actriz Julie Gayet (después del affaire que salió a la luz hace unos meses y que le costó la ruptura de su relación con su pareja Valérie Trierweiler). Monsieur Hollande, de 60 años de edad, nunca se ha casado pero tiene 4 hijos de una relación anterior con Ségolène Royal.
 
Lo primero que me viene a la cabeza, es que "algo tendrá este hombre", que no es precisamente Robert Redford, para haber tenido tantas relaciones sentimentales (ya que es casi seguro, que las citadas, son solamente las que se ha hecho públicas). Este es un misterio que a mi se me escapa pero supongo que debe ser porque soy un hombre.  Si hubiera alguna mujer que me lo pudiera explicar, quedaría eternamente agradecido. De momento, parafraseando a mi cuñado, ya fallecido, y que tenía mucho gracejo, lo único que puedo decir es que tendrá "un no sé que y un que sé yo, que yo que sé".
 
Intentando buscar una explicación, más racional y científica, he exprimido el magín,  y he elaborado la hipótesis (que no es, ni de lejos, original y lo sé) de que el poder es un estimulante sexual mucho más efectivo que el "Sildenafilo". Me baso en que, si echamos un vistazo a la historia, los gobernantes más famosos han sido todos unos "pichas-bravas" (perdonad el coloquialismo). Aunque, realmente, tampoco hace falta remontarse mucho y basta mirar unos años atrás, a Italia, para comprobar esta teoría.
 
El común de los mortales, salvo que seamos "como estatuas griegas" o tengamos un montón de pasta, no tenemos ese éxito..........¡y no es que yo lo quiera! ¿eh? .  Llegados a este punto y, aunque igual se me enfadan las chicas, no me puedo resistir a contar una anécdota que aparece en una novela de Julio Verne ("La vuelta al mundo en 80 días") en la que hay un personaje, en Salt Lake City y mormón de religión, que coge el tren en el último segundo, aparentemente huyendo de algo.  El criado de Mr. Fogg, "Picaporte", le pregunta ¿Cuántas mujeres tiene Ud.? y él responde. "Una .... ¡Y era bastante!". 
 
Un abrazo "monógamo",
 
Esteban