MI BLOG DE COCINA

jueves, 26 de junio de 2014

HASTA DONDE VAMOS A LLEGAR

Hola:
Acabo de leer una noticia en el diario que me ha puesto los pelos de punta. El titular es: "El peligro son los adultos que miran a esas niñas como algo excitante". Por lo visto, una importante cadena de supermercados ha puesto a la venta una gama de bikinis infantiles que llevan "relleno" de espuma (supongo que en el pecho). Esto ha levantado una polvareda, ya veréis que opino que con razón, hasta el punto que la organización de consumidores FACUA ha pedido formalmente la retirada de este producto.

No era bastante con que las niñas de 12 años vayan ahora por la calle pintadas como puertas y vestidas como odaliscas si no que ahora también las queremos poner relleno en los bikinis.  ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Qué empiecen a hacerse implantes mamarios a los 10 años?.

Y ahora va un tópico, muy manido, pero que tiene bastante de verdad: "la culpa es de los padres", que han renunciado a cualquier atisbo de autoridad y se han batido en retirada ante las exigencias de sus hijos. También hay que señalar a las corrientes psicológicas y educacionales imperantes, que propugnan que los niños tienen que hacer "lo que les da la gana" en aras de potenciar su independencia (a veces pienso que nuestros científicos sociales son unos ingenuos de campeonato). Y, por último, la culpa también es de esta sociedad, que estamos creando, consumista, superficial,.... vacía.

Supongo que habrá, como dice el titular, pervertidos que vean a estas niñas como algo excitante. No soy tan ingenuo como para pensar que no hay "monstruos" a los que les exciten estas cosas. Espero, sin embargo, que sean solamente unos pocos elementos enfermos y que el resto de los adultos no sientan lo mismo. Yo personalmente, cuando veo a una niña disfrazada de vampiresa, lo que siento es una pena enorme. Lo que veo es una persona que está perdiendo la oportunidad de disfrutar de una época muy importante en la vida. Veo a un ser humano que, lejos de haber adquirido hábitos de independencia, ha caído esclavo de la tiranía de la moda y del seguidismo más gregario.

Un abrazo "horrorizado",

Esteban