MI BLOG DE COCINA

lunes, 9 de junio de 2014

ORA POR NOBIS

Hola:
 
Aunque estoy de acuerdo con la opinión generalizada de que no va a tener ninguna consecuencia real, a corto plazo, debo reconocer que me ha gustado la foto de dos enemigos rezando en el mismo sitio (que no juntos ni a la vez).  Gestos simbólicos como el de ayer puede que no sean útiles pero si son necesarios.  
 
Me refiero, claro está, a la "reunión" patrocinada por el Papa Francisco I, en los jardines del Vaticano, entre Simón Peres (presidente israelí) y Mahmud Abás (presidente palestino) en la que representantes de las tres religiones (muy buena idea, por cierto, hacer la oración en orden cronológico de antigüedad) oraron por la paz.
 
Aunque supongo que a ninguno de los dos pueblos le gusta recordarlo, israelíes y palestinos, son pueblos "semitas", esto es, descienden ambos de Sem, primer hijo de Noé, y están íntimamente emparentados por lo que su enemistad, que lleva años deviniendo en un conflicto bélico, bien podría catalogarse de guerra fratricida.  Esto demuestra que no hay peor odio, por lo enconado y por lo inmoral, que el que se desata entre hermanos.
 
Si nos ponemos ahora a enumerar los agravios históricos, estoy convencido que, los partidarios de unos y otros, podrían estar dando hechos y fechas durante días.  No voy a caer en la tentación de tomar partido, no porque no me atreva, sino porque pienso que no es útil. Me parece que la relación entre los pueblos puede compararse con un matrimonio, o con una relación de vecindad, en las que, casi siempre, llegamos a la conclusión de que ambas partes tienen cierta razón y muchos motivos de queja pero (y espero que estéis de acuerdo conmigo), una vez que todos los reproches han salido a la luz, el único camino posible es mirar hacia el futuro.  ¡No se puede avanzar viviendo en el pasado! .
 
Puede que, con los años, me esté volviendo más pragmático.  Sigo pensando que La Justicia, con mayúsculas, es importante pero ya no la veo como un bien absoluto.  En esta etapa de mi vida, me parece más importante La Paz y me da a la nariz que, en ese conflicto, en el que ambas partes tienen tanto de que arrepentirse, el empecinarse en exigir justicia no va a llevar a la paz, si no es a la "Paz de los Cementerios"
 
No soy especialmente religioso, lo sabéis, pero debo decir que la iniciativa del Papa, ingenua quizás, me ha emocionado.  No se si la oración será escuchada pero, simplemente haber sentado juntos a dos enemigos, ya es un logro en si mismo.
 
Un abrazo "esperanzado",
 
Esteban
 

1 comentario:

Esteban dijo...

Este comentario es de Eneko que me ha dicho que lo suba por favor al blog, que el no podía:

¿Te has dado cuenta de que el sentido de la justicia se crea ya en la infancia y que tienen mucho que ver con la lógica? He observado a mis sobrinos y me he percatado, que su construcción del mundo se realiza descifrando la lógica de los hechos. La lógica es innata y los niños lo utilizan para comprender la causa-efecto. Esto es fundamental para su supervivencia, dado que aquél que mejor se adapta al entorno es el que mejor lo comprende y mejor actúa en consecuencia. Luego viene la aplicación diaria de esas lecciones aprendidas en la infancia; bien-mal, justicia-injusticia, yo-tu, nosotros-vosotros, amigo-enemigo, paz-guerra. Todos tenemos ideas claras de esos conceptos, para todos tienen una lógica que entendemos perfectamente, aunque no la comprendamos, y por supuesto, todos estamos en posesión de la verdad y en consecuencia de unos pensamientos y actos justos.

El gran problema sin embargo está en comprender los diferentes niveles de causa-efecto. Y ahí empieza el gran problema ya que hay niveles básicos evidentes identificables por todos, pero hay otros niveles que son mucho más sutiles y pasan desapercibidos, bien por su extrema dificultad (realidades complejas con muchas variables posibles), o bien por su extrema simplicidad (ideas motor). Las complejas son difíciles de analizar y su solución es larga y colectiva, las muy simples son muy difíciles de detectar, su solución es más individual y difícil de aplicar colectivamente.

Y al hilo del comentario del Papa “ a veces se necesita más valor para la paz que para la guerra”… y su genial idea de invitarlos a rezar.

Para detectar las ideas motor lo mejor es sentarse tranquilamente para buscar la razón de la sin razón, el aislamiento del ruido de la batalla, el recogimiento, el rezo (la meditación cristiana). De ahí saldrán ideas… que casi siempre coincidirán con los pensamiento de quién reza cerca de ti, con el otro, con el desconocido, con el posible adversario… el enemigo. ¿te imaginas que el enemigo piense igual que tú, sienta igual que tú, sea igual que tu?

Si estos dos son capaces de trasladar la sociedad esas posibles verdades profundas y atávicas, extraídas en ese momento de recogimiento conjunto, habrá servido para algo. Eso sí, no creo que sus ciudadanos quieran escucharlas, eso significaría admitir que la lógica ya no es tan lógica, ni la verdad tan verdadera, ni la justicia tan justa, ni el enemigo tan malo, ni el amigo tan bueno. Generaría una profunda crisis de identidad, la angustia del vivir, el caos. Y solo hay una cosa que las personas odien y teman más que el caos de la guerra; EL CAOS EXISTENCIAL. Las personas prefieren morir o matar a no tener una identidad; esa amalgama de ideas individuales y colectivas que nos hemos construido para explicar quiénes somos. Esas ideas dan sentido a todo a cambio de muy, solo la creencia ciega y fe absoluta en su verdad. El paraíso y la vida eterna para el creyente y convertido, el infierno y el sufrimiento eterno para el no-creyente y apostata.

Ser o no Ser, he ahí la cuestión.