MI BLOG DE COCINA

jueves, 16 de febrero de 2012

A PARTIR UN PIÑÓN

Yo no se vosotros pero, después de las declaraciones del nuevo “Jefe de la Leal Oposición”, realizadas depués de su reunión con el flamante “Presidente del Gobierno”, me he quedado con un regustillo amargo en la boca.

A veces, cuando presencio los rifi-rafes que los políticos se marcan en el Parlamento o en las entrevistas con los medios afines, me recuerdan a los jugadores de futbol que se increpan durante el partido pero luego, cuando todo acaba, salen juntos a tomarse unas birras.
 
El papel de “la oposición” tal como yo lo entiendo es oponerse con todas sus fuerzas a las medidas gubernamentales que vayan contra lo que en su programa electoral habían prometido, asi que no entiendo muy bien lo de las componendas esas de que ”si tu me aceptas un miembro del T.C. de mi color político”, yo te doy mi voto para la “Ley de Protección de los Gambusinos”.
 
Aprovechando esta tribuna, también quería decir que no soy capaz de entender que alguien me pueda intentar vender que reducir las indemnizaciones por despido es una medida “progresista” (palabra de honor que esto se lo oí a un político de cuyo nombre no quiero acordarme) porque iba a propiciar la creación de empleo y eso era bueno para los trabajadores. Y, digo yo, si este sistema funciona, lo mejor sería quitarlas totalmente, y entonces creariamos empleo a toda marcha ¿no?. O …¡mejor aún!… implantemos un sistema de “neo-esclavitud” (trabajar por cama y comida pero sin latigazos ni verdugones) y entonces veremos como conseguimos el “pleno empleo”. ¡Si algo odio en esta vida es que me tomen por tonto! .
 
Un abrazo “asqueado”
 
Esteban

lunes, 13 de febrero de 2012

ANGELICAL WHITNEY


Cuando vi, por primera a vez, a Whitney Houston, lo primero que pensé es que los pintores sacros habían equivocado el color con que pintaban las caras de sus ángeles. Cuando despues de verla, la escuché cantar, pensé que las sirenas que tentaron a Ulises, en su viaje de vuelta a Itaca, tenían que ser como ella.
 
No alcanzo a comprender porque una persona, que lo tenía todo, puede llegar a desmoronarse como ella lo hizo. No puedo por menos que pensar que la fama y el dinero contienen, en si mismas, la raiz de la perdición.
 
Murió sola, sin testigos, sin que siquiera su “guardaespaldas” se enterara. No fue capaz de salir de la espiral destructiva en la que se había sumergido.
 
No la veremos más pero nos queda el consuelo de que podremos seguir oyéndola, siempre que lo necesitamos, en sus discos y en sus películas. No será lo mismo pero “algo es mas que nada”.
 
Un abrazo “doliente”,
 
Esteban

viernes, 10 de febrero de 2012

LAS TERMOPILAS

Estos días, escuchando las noticias sobre la crisis griega, me han empezado a dar sudores frios. La UE está imponiendo condiciones muy onerosas a Grecia para darle el dinero de los fondos de rescate y, mucho me temo, los griegos están llegando a su límite de tolerancia.

Por lo que he podido entresacar de los flashes que nos dan en los telediarios, a los alemanes y franceses, que no nos olvidemos (más aquellos que éstos) son los que mandan relamente en Europa, solo les ha faltado pedir que los helenos cedan a sus mujeres para criadas y a sus hijos como carne de cañon. Y todo esto para darles ¡unos miseros 130.000 millones de Euros! que es lo que se vienen a gastar estos países en invitar a unas copas a los dictadores africanos cuando les visitan.

¿Cuánto les debieramos pagar a los griegos por habernos transmitido su cultura y su filosofía? ¿No les debemos nada por haber inventado eso que llamamos “democracia”?.
 
Me imagino que los “germanos” y “galos” se lo deben estar pasando pipa ejecutando su mezquina venganza contra los griegos, lo mismo que están intentando contra los italianos que les conquistaron en el pasado o contra los españoles de cuyo imperio formaron parte hace muchos años.
 
Los griegos no son los mismos que resistieron a los Persas en Las Termopilas y sucumbieron con heroicidad en Missolonghi pero, algo de aquel espíritu puede quedar todavía en sus genes, y ¿Quién sabe? igual nos demuestran que no siempre el grande derrota al débil o, si lo hace, lo hace sin honor.
 
Un abrazo “esperanzado”,
 
Esteban