MI BLOG DE COCINA

martes, 24 de agosto de 2010

DE VACAS, TERNEROS Y DEMÁS FAMILIA


Tengo la sensación de que en los últimos tiempos, por intentar ser ecuánime, estoy cayendo en una equidistancia poco fructífera.

Los blogs “de opinión”, tal como yo lo veo, no debieran limitarse a explicitar los hechos sino también a interpretar la realidad. Por otra parte el que os escribe, porque su cerebro así se lo pide, tiene la pretensión de la objetividad (y fijaros que se ha usado la palabra “pretensión” porque la objetividad absoluta es un imposible) y a veces le cuesta poner algo de si mismo en el papel.

También os tengo que confesar que “me encanta la gresca” y que, poniendo las dos posturas sobre la mesa he conseguido, muchas veces, que se monten unas zapatiestas “de aquí te espero” entre los comentaristas. ¡Que gozada aquellos tiempos en que tenía 100 comentarios en los que la gente ya no me contestaba a mi sino a los otros comentaristas!.

Bueno, pues para no alargar demasiado el post, vaya por delante la afirmación de que “me gustan los toros” (y seguro que viene el listillo de turno y me dice aquello de que “tengo el mismo gusto que las vacas”). ¡Ojo! He dicho que me gustan las corridas de toros, no otro tipo de espectáculos de maltrato a los animales. Pero que nadie se equivoque, no hago esta distinción por razones pseudo-idealistas, sino porque me repugna cualquier tipo violencia gratuita y no veo ninguna estética en el hecho de tirar una cabra por un campanario, por ejemplo.

En primer lugar debo decir que me parece de un esnobismo que espanta el intentar asignar a los animales los mismos derechos que a los seres humanos. Equiparar lo que siente una oveja, animal estólido donde los haya, con la grandiosidad de la inteligencia humana me parece de una ingenuidad insuperable.

En segundo lugar ¿Dónde ponemos el listón?. Por ejemplo, ¿Por qué los toros si y las hormigas no? ¿Por qué los animales si y las “calabazas tempranas no”? ¿Quién es el juez que arroga el derecho de macar donde empieza o no la consciencia?. Ya sabéis que yo me he declarado partidario de la “interrupción voluntaria del embarazo” (lo que se viene en llamar “aborto”), siempre y cuando esta se produzca bajo algunos supuestos. Por eso, lo que no entiendo es que haya verdaderos activistas clamando por el aborto totalmente libre y que, sin embargo y a la vez, sean tan beligerantes con las corridas de toros.

En tercer lugar, más allá de la sangre y el dolor, la lucha en el ruedo entre toro y torero, las reglas y rituales de la lidia, la estética y el colorido de ropas y arreos, me fascina sobremanera. También me impresiona, y ya sabéis que tiro de historia con facilidad, la pervivencia de una actividad que, diferencias culturales aparte, se remonta a varios miles de años atrás (no hay más que ver los mosaicos de Cnosos).

¡Hala! ¡Pues ya está dicho!. Que sepáis, por si os cabe alguna duda, que “por lo demás soy un tipo bastante pacífico”, que no va por ahí asustando a viejecitas ni tirando piedras a los cristales de los balcones, ni nada de eso. Lo digo porque “me espero lo que me espero” y prefiero ponerme la venda antes de la herida.

Un abrazo “por verónicas”

viernes, 20 de agosto de 2010

LO QUE SE HAN DE COMER LOS GUSANOS


Hola:

Si hay por ahí algún “necrofilo” o “necrofago” que no se alegre demasiado porque, a pesar del titular del post, no tengo intención de hablar de cadáveres. Lo mismo digo con respecto a los biólogos, ya que tampoco pienso dar una disertación sobre los “annelida lubricidae”, a la sazón lombrices de tierra. El tema de hoy va sobre algo mucho menos interesante, lo reconozco, pero mucho más pegado a nuestra realidad cotidiana: “La Corrupción asociada a la Política”.


El titular, que me ha parecido que iba como añillo al dedo, parte de la definición oficial de la palabra “corromper” que da el diccionario de la R.A.E. y que en su acepción principal dice “Echar a perder, depravar, dañar, pudrir” (de ahí viene que se diga que los cadáveres se corrompen cuando se pudren).

La Política, que a mi me parece una de las profesiones más nobles, se ve asociada bastante a menudo con “El Poder” y ahí empieza el problema, como ya enunció, hace 120 años, Lord Acton, con su famosa máxima “El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”. 


La corrupción es un fenómeno moderno (no hace falta más que leer un poco de historia para darse cuenta que se remonta al inicio de los tiempos) ni mucho menos un fenómeno exclusivo de nuestro país (por ahí no atan los perros con longanizas precisamente) pero si que es cierto que en los últimos tiempos los continuos asuntos turbios que están saliendo a la luz, afectando a nuestros políticos, están generando mucha alarma social y también mucha indignación y repulsa.


Tampoco la corrupción tiene color político, o sea que no es de derechas ni de izquierdas, ya que “El Dinero”, que es la tercera pata de esta silla, no sabe de ideologías. Sin embargo, ya sea porque tradicionalmente “las derechas” han sido soportadas por las clases pudientes, ya sea porque se supone un plus de idealismo a los políticos de izquierdas, parece que los escándalos han golpeado con más fuerza a los partidos conservadores. No hay más que echar un vistazo a las hemerotecas para certificar esta afirmación, que por otra parte, no quiere prejuzgar nada sino dar fe de un hecho.

Nuestras leyes, tanto la que gobierna la gestión y financiación de los partidos políticos, como las que controlan las contrataciones realizadas por los organismos públicos así como las que regulan las compatibilidades entre el desempeño público y el ámbito privado no están siendo muy afortunadas a la hora de controlar esta situación. No nos olvidemos que “la letra con sangre entra” y de que “el miedo guarda la viña” así que una buena normativa ayudará a que las tentaciones sean más soportables y, por lo tanto, disminuirá la cantidad de actos delictivos. Tampoco ayuda nada a este asunto el hecho de que nuestros políticos sean “profesionales” en vez de “amateurs vocacionales” lo que hace que, muchas veces, se pasen más tiempo buscándose las habichuelas que trabajando para el pueblo.

Yo soy optimista, debo confesarlo. Será porque he tenido relación con algunos políticos honestos que lo que han hecho, en todo caso, es poner su tiempo (y a veces su dinero), al servicio de los ciudadanos.


He dicho que soy optimista pero no soy ingenuo así que, cuando hay alguna inauguración y paso cerca de algún político, trato de poner la mano en el bolsillo trasero (bolsillo en el que llevo la cartera) “por si las moscas”.


Un abrazo “incorrupto”,


Esteban

martes, 17 de agosto de 2010

NO EN MI PATIO TRASERO


Retomando (y que sirva de precedente) mi antigua costumbre de usar las noticias de actualidad para hablar de algún tema que me interesa, me ha venido “como anillo al dedo” un corto que he leído en el periódico de hoy, en la sección de “Local”.

Lo noticia reza así: “El Gobierno vasco autoriza al crematorio de la Plaza del Gas a funcionar a modo de prueba” y hace referencia a un asunto que levantó (y levantará) muchas polémicas entre los vecinos de la zona.

Sin perder el debido respeto a los finados y sus familiares, podría hablar durante horas sobre “el olor que desprenden las cremaciones”, “la más que posible contaminación que produce un horno de estas características”, “las molestias producidas a los vecinos por el trasiego de vehículos de todo tipo que se va a producir”… cosas, todas ellas, in-negables e in-negadas.

Sin embargo, me gustaría aprovechar este hecho anecdótico, y por extensión, aplicarlo a todas las instalaciones y actividades molestas, que la mayoría consideramos necesarias pero que nadie queremos tener cerca. Todo el mundo queremos tener electricidad pero nadie quiere una central (del tipo que sea) cerca de su casa, todos nos quejamos de la cobertura del teléfono móvil pero pedimos que las antenas de telefonía estén lejos de nuestras viviendas, cada uno de nosotros tiramos basura pero no nos gustaría vivir al lado de un vertedero o de una incineradora, … y así, cientos de ejemplos.

El cinismo obsceno de esta sociedad, a veces (cuando me levanto con “mal café”, como me ha pasado hoy) me repugna.

Un abrazo “crítico”,

martes, 3 de agosto de 2010

….. Y EL JONATHAN LO ENCONTRÓ


Después de haber recibido alguna que otra crítica en mi Facebook me veo obligado a escribir este “mini-post” como continuación del anterior titulado LA “CHONI” PERDIÓ SU FUSIL.

Al parecer, la indisposición estomacal que me llevo a apagar la TV, me impidió ver que no solo había participantes femeninos en el “reality” de Dña. Carmen Lomana. Me cuentan que la calidad educacional de los participantes masculinos no tenía nada que envidiar a la que mostraban las féminas.

Pues nada, para que no se me acuse de machista o parcial, ¡Dios nos asista también por ellos!

Un abrazo “más avergonzado todavía”

P.D. – Ya veis que no soy partidario del “procuralla no erralla pero, si erralla, mantenella y no enmendalla”

lunes, 2 de agosto de 2010

LA “CHONI” PERDIÓ SU FUSIL


Todavía me tiemblan las rodillas. Los escalofríos siguen recorriendo mi espalda. Los dientes me chirrían al rozarse unos contra otros. Me tomo la tensión pero ¡no! ¡mi presión arterial está más o menos como siempre!

¿Cuál es la causa de este malestar que me invade? ¿Por qué tengo esta sensación de desazón que no me deja dormir?

El otro día demostré, en primera persona,

que el hombre es el único animal que tropieza 2350 veces en la misma piedra. Mi mano se desplazó, como si tuviera vida propia, y tomó el mando de la TV. Casi sin darme cuenta, apreté el botón de ON y la “caja tonta”, tanto tiempo inerte y silenciosa, cobro vida con aterradora precisión.

Podría haber tenido suerte y haberme encontrado con un programa de National Geographic o con un documental sobre la vida del rinoceronte africano. Incluso podría, mal menor, haberme encontrado un reportaje sobre el triunfo de la “roja” (nada que ver que La Pasionaria) en Sudáfrica. Pero no, esta vez la fortuna me fue esquiva y lo que vi fue la acartonada cara de Carmen Lomana abrazando a una chica que lloraba a lagrima viva. Como, a mí, cada vez que veo a Doña Carmen, me surgen un montón de ideas para hacer posts, decidí continuar “on line” y, la verdad, no me arrepiento.

Por lo visto se trata de un “reality show” en el una serie de chicas van a pasar una temporada en una casa en la que las van a pulir (no se me ocurre otra palabra). Hasta ahí, nada de particular, que no seré yo el que diga nada en contra de las clases de urbanidad y buenas maneras. Lo que realmente me impresionó fue que (y que nadie se me ofenda) las mencionadas chicas no necesitaban que las afinaran con una lija fina sino que las pasaran la hachuela de carpintero, o sea, que “eran más bastas que la lija del nº 00”. ¡Trabajo va a tener la Carmen Lomana para hacer de ellas unas señoritas presentables en sociedad!

Yo entiendo que, en un programa de estas características, tengan que elegir especimenes particularmente extraños, que es lo que vende, pero me quedé horrorizado con la falta de educación, cultura y saber estar de las candidatas. Hace unos años hubiéramos dicho que “se descalzaban a coces”.

¡Espero sinceramente que la muestra no sea representativa de la realidad de nuestro país! ¡Díos nos asista!.

Un abrazo “avergonzado”,