No tenía yo hoy los "biorritmos" muy entonados y no me había planteado escribir nada. Sin embargo, he abierto un períodico, casualmente por la página de deportes, y me he escandalizado. Me he dicho a mi mismo, "Esteban, vete a ver la TV a ver si se te pasa un poco el cabreo" y ahí ha sido cuando he estallado. Después de escribir estas líneas tengo la sana intención de mirarme la tensión con uno de esos aparatos portátiles porque la debo tener por las nubes.
No olvidemos, tampoco, que el club merengue, se ha gastado la bonita cifra de 160 M€ en su contratación. ¿Os imagináis la cantidad de cosas "buenas" que se pueden hacer con ese dinero?, ¿Os imagináis cuántas vacunas se pueden comprar? ¿Cuántos niños se pueden rescatar del hambre, con solo una fracción de esa cifra?.
He oido alegaciones de todo tipo: que "si este dinero se va a amortizar en un año", que "nuestro glorioso club tiene que tener los mejores jugadores del mundo al precio que sea", que "si.....", ¡zarandajas!. Estas cifras, manejadas con tanta desfachatez, como si fuera la calderilla que hace ruido en el bolsillo del pantalón, suponen a mi entender una verdadera indecencia.
Y, lo que es peor, todo parte de lo que a mi me parece una "megalomanía" de un presidente de club de futbol (si, me refiero a él) que, bajo la excusa de cumplir sus promesas, gasta de manera impía un dinero que mejor estaría dedicado a otras causas.
Sinceramente, no me extraña que los países llamados "pobres" nos odien con todas sus fuerzas. Viendo estas cosas, hay veces que yo también me odio a mi mismo por vivir en un país que consiente y aplaude estas actitudes.
Un abrazo "escandalizado",
Esteban