MI BLOG DE COCINA

viernes, 5 de diciembre de 2008

¿HA VUELTO ROBIN HOOD?

Como ya os he contado, ando un poco liadillo estos días así que mi productividad ha descendido bastante, o sea, que no soy capaz de escribir un artículo al día “ni queriéndolo”. Ya se que mis múltiples fans estarán desolados/as, aunque espero que ninguno caiga en un estado de ansiedad, debido a la escasez de “artículo-estebanitis” (antes de continuar, leer “nota del editor (1)”).

La noticia de hoy parte del siguiente titular: “Roban 50 millones de euros en una joyería de lujo de París”. Al parecer, la joyería de lujo “Harry Winston“, situada en la avenida Montaigne de París, sufrió ayer un robo cuyo botín está valorado en unos 50 millones de euros. El atraco, llevado a cabo por tres individuos armados, se produjo ayer a media tarde y los ladrones prácticamente vaciaron la joyería.

Que tres ladrones armados sean capaces de robar en una joyería de estas características (seguro que contaría con los más sofisticados sistemas de seguridad) que, además, ya había sufrido meses atrás otro robo de menor cuantía, me parece, cuanto menos, curioso. Por lo visto el robo no tuvo la sofisticación de los que vemos en las películas, con todos esos artilugios electrónicos, sino más bien el estilo de cualquier robo “a mano armada” de los que se producen a menudo en las sucursales bancarias de este país. La única diferencia es que, en vez de llevarse 3.000 €, se llevaron la nada despreciable cifra de 50 millones, que es una cifra que se escapa a mis sueños más optimistas.

No se que tendrán estas noticias pero, Díos me perdone, te hacen casi simpatizar con los atracadores. Ya me imagino que los cacos no serán precisamente unos nuevos Robin Hood y no tendrán intención de repartir el botín entre los pobres, como hacía el célebre sajon, pero que alguien robe a un rico, siempre tiene el encanto de la pequeña y mezquina vengaza onírica que nos queda a los que somos pobres (en comparación, por supuesto).

Yo no puedo defender el delito. Soy un hombre “legal” hasta límites que os parecerán extraños. No aparco en doble fila, no me paso del límite de velocidad, no me salto una cola, no defraudo a Hacienda, devuelvo el dinero cuando se equivocan al darme los cambios, etc.. Sin embargo, en estos casos, mis pulsiones más produndas afloran a la superficie y no puedo evitar esbozar una leve sonrisa, ¿y quién no?.

Lo más triste de todo esto es que, seguramente, pagarán justos por pecadores y alguna persona perderá su empleo. Y además, el consorcio de seguros, tendrá que aflojar la mosca y, al final, no se de que manera pero con absoluta seguridad, los 50 millones los acabarán pagando todos los franceses.

Un abrazo “onírico”,

Esteban

Nota del editor (1):Como pueden Uds. comprobar, el autor sufre, en estos momentos, una de sus innumerables crisis de pedantería, que se le debe perdonar porque escribe bajo los efectos de una medicación llamada “MELAPELA 500 mg” entre cuyos efectos secundarios se explicita una compensación enfermiza de la falta de autoestima.