MI BLOG DE COCINA

lunes, 1 de diciembre de 2008

VENTANA A LA ESPERANZA

No soy muy dado a escribir artículos de índole científica. En primer lugar porque creo que hay gente que lo hace mejor que yo y en segundo lugar porque, salvo que toquen temas éticos, no es muy fácil expresar una opinión que es “la especialidad” de este blog.
Sin embargo, hoy voy a hablar de un tema, cuyo componente social es tan importante, que creo que tiene cabida aquí. El titular es: “Es posible eliminar el virus del sida“. Se trata de una entrevista a Asier Sáez-Cirión, científico español que trabaja como investigador en el Instituto Pasteur de París junto a Francoise Barré-Sinoussi (la última Nobel de Medicina) centrado en la investigación de una vacuna para el sida. En la entrevista se tocan muchos temas relativos a la vacuna (a la que faltan aún muchos años) y a las terapias actuales que, en su mayor parte, se centran en que el enfermos tenga una calidad de vida razonable, conviviendo con la enfermedad.
Lo que me ha llamado la atención es la mención a una prueba realizada en Alemania en la que una paciente de SIDA ha recibido un transplante de médula de un donante que tenía una mutación que le hacía inmune al virus (en Europa hay entre un 1% y un 3% de personas inmunes al virus) y el resultado ha sido una curación completa (no hay rastro de virus en la sangre del afectado). Por lo visto, esta terapia no es aplicable más que a una parte de los enfermos pero es una ventana abierta a la esperanza ya que permite iniciar una nueva línea de investigación.
Mi fé en la ciencia es absoluta. Es casi casi una fé religiosa. Creo sinceramente que los científicos encontrarán muy pronto una cura o una vacuna para esta terrible enfermedad que afecta a más de 35 millones de personas (es la mayor pandemia que ha sufrido la humanidad en los últimos milenios). Otra terrible enfermedad en la que se están haciendo muchos avances es “el cancer”. Los enfermos de cancer tienen una esperanza de vida actualmente que, simplemente hace 5 años, no entraba en las espectativas de nadie.
Dejemos trabajar a los científicos sin intromisiones ya que, en mi opinión, en ellos y solo en ellos, están depositadas las esperanzas de la humanidad.
Un abrazo “esperanzado”,
Esteban