MI BLOG DE COCINA

lunes, 13 de octubre de 2008

LA OBSCENIDAD DE LA RIQUEZA


Ya se que el titular de hoy no es, precisamente, un dechado de originalidad pero es que hoy “escribo desde las tripas” y no desde la razón. Me explico, voy a hablar de una noticia que leí ayer y que rezaba así: “Rusia lanza una nave con el sexto turista espacial a bordo” . Por lo visto, un tal Richard Garriott, magnate de los videojuegos (de quien gracias a Dios no había oido hablar hasta hoy), se ha gastado la friolera de 30 millones por pasarse 10 días en la Estación Espacial Internacional. El “crucero” lo realiza en una nave espacial rusa (por lo visto, los rusos están más avanzados que los americanos en esto del “turismo espacial”). En fin, que las vacaciones le van a salir a razón de 3 millones de Euros por día. Supongo que, por ese precio, tendrá derecho a un “todo incluido” con caviar y champan a discrección.

Como no podía ser de otra manera, he leído en los blogs de los períodicos comentarios para todos los gustos. Desde los que lo justificaban con frases como “el dinero es suyo y puede hacer lo que quiera” o “este dinero está bien empleado ya que ayuda a la investigación espacial” hasta los que lo denostaban diciendo cosas como que “era un snob”.

A mi lo único que me parece todo esto es que es una OBSCENIDAD. Sobre todo porque esta noticia ha salido, en algunos casos, al lado de otras sobre el número de niños que mueren al día por falta de comida y agua, el número de parados que aumenta sin cesar, etc.

En mi opinión “nadie tiene derecho a gastar el dinero de esta manera aunque sea suyo”. No se si este hombre dedicará mucho dinero a “obras de caridad” (aunque me imagino que si ya que todos los millonarios lo hacen) pero, en cualquier caso, no es justificable este despilfarro cuyo único objetivo es satisfacer un capricho, aunque sea “el sueño de su vida”.

Por favor Sr. Garriott: La próxima vez que decida tomarse unas vacaciones vaya Ud. a Africa o a Sudamérica y conviva un poco con los que sufren. Si es Ud. una persona con un mínimo de humanidad verá como se le quitan las ganas de gastar el dinero en estos viajes.

Un abrazo escandalizado,

Esteban