Os cuento el porqué de esta conexión: El asesino de la mujer de
ayer tenía una “orden de
alejamiento” judicial. El caso es que, acudiendo a las
hemerotecas, nos damos cuenta de los asesinos de muchas de las mujeres muertas
a manos de sus parejas tambien tenían este tipo de medida preventiva.
La primera reflexión es muy obvia: “las órdenes de alejamiento no
están sirviendo para lo que fueron creadas” ya que no consiguen
proteger a las victimas de sus agresores. Se puede alegar que el problema no es
judicial sino policial pero, en cualquier caso, sería necesario revisar este
proceso.
Pero me gustaría ir más allá. Este tema se integra dentro del caos en el
que, aparentemente, parece encontrarse todo el sistema judicial español (vease
lo referido a casos como el de Mª Luz, por ejemplo). Ineficiencia, lentitud,
errores, corporativismo, falta de medios, etc. son algunas de los adjetivos que
he encontrado cuando he buscado referencias a la Justicia en España.
Yo no soy experto en casi nada y, por supuesto, tampoco soy jurista pero
como dice el refrán castellano “cuando el rio suena, agua lleva”
y, si este tema, ha llegado a calar en la opinión pública será por algo.
En mi opinión hay una clara separación entre el sistema judicial y la
realidad que hace que la gente haya perdido la confianza en la Justicia. Un
país que no confía en su Justicia es un país que pierde parte de sus valores
morales y ¡eso si que es grave !
Por favor, Señores
políticos, dejen de una vez de jugar sus “batallitas” y arreglen este tema.
Un abrazo jurídico,
Un abrazo jurídico,
Esteban